Glosario

Glosario de términos relacionados con la trata de seres humanos con fines de explotación sexual:

Género:

El sexo se refiere a las diferencias biológicas y fisiológicas entre mujeres y hombres. El género, en cambio, hace referencia a los roles, responsabilidades y oportunidades asignadas al hecho de ser hombre y ser mujer; a las relaciones socioculturales entre mujeres y hombres.

El género es algo aprendido (aprendemos a ser hombres y a ser mujeres y a relacionarnos entre nosotros/as). Forma parte de nuestra identidad individual y grupal y no está desligado de otros atributos de la identidad (etnia, clase social, edad, orientación sexual, etc.). Además, es cambiante y específico de cada cultura y época histórica.

El género hace referencia a los hombres y a las mujeres, y a las relaciones entre ellos/as.

 

Derechos Humanos:

Los derechos humanos son aquellos que tenemos todos los seres humanos por el simple hecho de ser personas, sin que importe nuestra edad, el color de nuestra piel, la etnia a la que pertenecemos, el país en el que nacimos o en el que vivimos, nuestras posibilidades económicas y sociales, nuestra orientación sexual, nuestra forma de pensar, la religión que profesamos, si somos de zona rural o urbana, ni otras características que formen parte de nuestras vidas.

Todas las personas, mujeres y hombres, tenemos el derecho a disfrutarlos y exigirlos, simplemente, porque somos seres humanos.

Estos derechos humanos han ido surgiendo a partir de necesidades y demandas planteadas por la humanidad como una forma de garantizar que los seres humanos nos desarrollemos plenamente en todos los campos de nuestra vida y podamos vivir en igualdad, libertad y dignidad con otras personas. Es decir, son nuestra garantía para alcanzar una vida mejor.

Por esta razón, los derechos humanos deben ser entendidos como una forma de vida y  no, únicamente, como un conjunto de normas y tratados. Solo si nos apropiamos de nuestros derechos humanos, entendiendo que estos tienen relación con nuestra vida diaria, lograremos promoverlos, exigirlos y defenderlos.

(“Guía de capacitación en derechos humanos de las mujeres, Tejiendo el cambio”, IIDH)

A nivel legal, los derechos humanos están recogidos en diferentes tratados internacionales, que la mayoría de los países han suscrito, adquiriendo así la obligación de garantizarlos para todas las personas que viven en ellos. Los tratados más importantes son:

  • Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948
  • Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, 1965
  • Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 1966
  • Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 1966
  • Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer, 1979
  • Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, 1984
  • Convención Internacional de los Derechos del Niño, 1989
  • Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, 1990
  • Declaración sobre la Eliminación de la Violencia sobre la Mujer, 1993
  • Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, 2006
  • Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas, 2006

 

Violencia contra las mujeres:

La violencia contra las mujeres es “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”. Este concepto engloba “la violencia dirigida contra la mujer porque es mujer o que la afecta en forma desproporcionada” (Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer de la ONU).

Algunas modalidades de violencia contra las mujeres son:

  • Violencia ejercida por la pareja o expareja
  •  Acoso sexual
  • Agresiones sexuales, abusos sexuales, violación
  • Explotación sexual
  • Matrimonio forzado
  • Mutilación genital femenina

La violencia puede darse de muchas maneras:

  • Violencia psicológica
  • Violencia física
  • Violencia Sexual
  • Violencia Social
  • Violencia Ambiental
  • Violencia Económica
  • Violencia Patrimonial

Este tipo de violencia tiene serias consecuencias para la salud física y mental de las mujeres. Pueden sufrir depresión, ansiedad, síntomas psicosomáticos, problemas de nutrición,  disfunciones sexuales, adicción al alcohol, drogas o psicofármacos…

 

Trata de seres humanos:

Para definir qué es la trata de personas, debemos fijarnos en los actos que se producen, en los medios con los que se llevan a cabo y en los fines para los que se realiza.

La trata incluye los siguientes actos:

  • Reclutamiento o captación de posibles víctimas
  • Traslado de estas personas a otro lugar distinto al que residen, tanto dentro de su país como hacia otro país. Cuando el traslado es hacia otro país, la entrada a ese país puede producirse tanto de manera legal como ilegal.
  • Compra, venta, recepción o acogida de esta persona en el lugar al que es trasladada

Se puede llevar a cabo a través de todos o algunos de los siguientes medios:

  • Engaño (respecto al tipo de trabajo que van a realizar, respecto a las condiciones, respecto a la cantidad de deuda contraída y los plazos y formas de pago, etc.)
  • Coerción (incluyendo el uso o la amenaza de usar la fuerza, tanto contra ella como contra su familia, la violación)
  • Rapto o secuestro
  •  Abuso de una situación de superioridad (por ejemplo, si una persona adulta cercana, como un familiar o un maestro,  se aprovecha de su relación con una niña para convencerla de que se vaya con él)
  •  Abuso de la situación de vulnerabilidad de la víctima (por ejemplo, si una niña ha perdido a sus padres, aprovechar que está sola, indefensa y necesita ayuda para salir adelante)
  • Ofrecimiento de pagos o ventajas a una persona que tenga autoridad sobre la víctima (por ejemplo, sus padres)
  • Creación de servidumbre por deudas (obligar a las víctimas a trabajar en condiciones de esclavitud para pagar las deudas contraídas con la persona que les prestó el dinero para poder salir de su país)

Quienes llevan a cabo estas acciones lo hacen con la finalidad de explotar a las víctimas, y esta explotación puede ser de muchos tipos:

  • Explotación Sexual (en la prostitución, en la pornografía, o como esclavas sexuales)
  • Explotación Laboral (en la agricultura, en el servicio doméstico, en talleres textiles, etc.), también puede haber esclavitud o trabajo forzado
  • Matrimonios serviles o forzados (las víctimas son obligadas a casarse y son explotadas por sus maridos)
  • Extracción de órganos (para la realización de trasplantes en el mercado negro, muchas víctimas pierden la vida tras la extracción de órganos vitales)
  • Mendicidad (las víctimas son obligadas a pedir limosna en las calles, a veces sufren mutilaciones para que puedan conmover a la gente que pasa, o usan a niños y bebés para obtener más dinero)
  • Comisión de delitos (las víctimas son obligadas a robar o cometer otro tipo de delitos, como llevar droga)
  • Niños soldados (los niños son secuestrados y obligados a combatir en las guerrillas, suelen utilizar drogas para controlarlos y obligarlos a cometer todo tipo de actos violentos)

La trata de personas, sobre todo la trata con fines de explotación sexual, es una cuestión de género, porque afecta a fundamentalmente a mujeres y niñas, por el hecho de serlo. También es una cuestión de violencia, porque es en sí misma una forma de violencia extrema contra las mujeres y porque utilizan diversas formas de violencia para poder llevarla a cabo. Y, por último, es una cuestión de derechos humanos, porque implica una vulneración gravísima de muchos de los derechos fundamentales reconocidos internacionalmente.

Fuentes: Adaptación propia de la definición de la Alianza Global contra la Trata de Mujeres, en el Manual Derechos Humanos y Trata de Personas (2003).

 

Tráfico ilícito de migrantes:

El tráfico de migrantes consiste en “facilitar la entrada ilegal de una persona en un Estado, para obtener beneficio económico o material” (Protocolo de Palermo).

La trata y el tráfico son realidades que a veces confluyen y que muchas veces pueden parecer similares. Pero no lo son, y es importante distinguirlas. A continuación, vamos a exponer cuáles son las diferencias entre ellas:

1.       La finalidad del tráfico es conseguir que la persona entre de manera ilegal en un país, para ello la persona paga precios abusivos y puede correr a veces grave peligro. En el caso de la trata la finalidad es explotar a esa persona.

2.       En el caso del tráfico siempre se produce un cruce de fronteras, pero en el caso de la trata no tiene por qué ser así, ya que el traslado de las víctimas puede ser dentro de su propio país.

3.       Otra diferencia está en que, en el tráfico, la persona consiente totalmente y de manera consciente. En este caso, la persona sabe que está entrando de manera ilegal al país y sabe que está pagando por ello un precio desorbitado, pero también sabe que no podrá entrar de manera legal, así que accede. En cambio, en la trata, se consigue el consentimiento de la persona mediante el engaño o la coacción, por lo cual decimos que es un consentimiento viciado.

4.       Para los traficantes, las personas son simplemente clientes, una vez que han prestado el servicio de trasladarlos al otro lado de la frontera y han recibido el pago estipulado, termina la relación entre ellos. En cambio, para los tratantes, las personas son mercancías y una vez producido el traslado se mantiene la relación entre ellos a través de la explotación a la que son sometidas.

5.       Cuando se comente un delito de tráfico se está atentando contra las normas de inmigración de un país, mientras que cuando se comete un delito de trata, lo que se está vulnerando son los delitos fundamentales de las personas.

Ejemplo de tráfico serían los “coyotes”, que facilitan a los inmigrantes centroamericanos el cruce de la frontera entre México y Estados Unidos. Esta travesía es tremendamente peligrosa y los inmigrantes pagan a los coyotes grades cantidades de dinero, sin que eso pueda evitar que, en muchas ocasiones, los inmigrantes mueran en el intento o sean abandonados en mitad del desierto.

Otro ejemplo son las pateras que cruzan el Estrecho de Gibraltar. Los inmigrantes de origen subsahariano hacen un viaje terrible cruzando varios países africanos hasta llegar a la costa marroquí. Allí tienen que esperar durante meses a merced de los traficantes y pagar grandes cantidades de dinero para conseguir una plaza en una patera para llegar a España.

Hay veces que la trata y el tráfico confluyen, por ejemplo, muchas mujeres nigerianas hacen ese mismo viaje por el continente africano y cruzan el estrecho en pateras, pero cuando llegan a España son explotadas sexualmente para pagar la deuda que han contraído con la red criminal que las trajo.

Fuente: Adaptación propia de la definición del Manual interno de identificación y derivación de víctimas de trata, Médicos del Mundo.

 

 

Prostitución:

También es importante diferenciar la trata de la prostitución, y para ello puede ser útil el siguiente gráfico:

 

 

 

 


 

Tenemos que partir de que no toda la trata es para la prostitución, ni tampoco todas las personas que ejercen prostitución lo hacen porque son víctimas de trata. Pero hay un espacio en el que la trata y la prostitución confluyen, que es el de la trata con fines de explotación sexual. Es difícil definir el tamaño de ese espacio, puesto que al tratarse de algo oculto, no existen datos fiables que nos permitan decir con seguridad cuántas personas son víctimas de trata, ni siquiera cuántas personas están ejerciendo prostitución.

En todo caso, conviene aclarar que, cuando hablamos de prostitución, nos estamos refiriendo al acto de intercambiar servicios sexuales a cambio de dinero. Las personas que se dedican a la prostitución, pueden estar en ello de manera autónoma, es decir, que ellas mismas gestionan sus ingresos y tienen mayor capacidad de decisión sus horarios o el tipo de servicios que quieren realizar. Pero también hay muchas personas que son obligadas a ejercer la prostitución o a hacerlo en condiciones de explotación, y que, por tanto, no tienen ningún control sobre la actividad, teniendo que acceder a realizar todo tipo de servicios, sin disponer de sus ingresos y en horarios abusivos.

 

Víctima de trata:

Consideramos que son víctimas de trata aquellas personas que han sufrido la trata de seres humanos, sea con fines de explotación sexual, laboral, o para la mendicidad, la comisión de delitos, matrimonio forzado o para la extirpación de órganos.

Podemos encontrar víctimas de trata nacionales de España, de la Comunidad Europea o de cualquier país. Desafortunadamente ningún país está exento a la trata.

También son consideradas víctimas de trata aquellas que tenían conocimiento previo sobre el trabajo o la actividad que iba a ejercer una vez en España (u otro país), muchas veces las víctimas sabían que venían  a ejercer la prostitución, pero, obviamente, no sabían que tendrían que hacerlo en jornadas de 24 horas de trabajo, encerradas en un club sin poder salir, sin tener acceso a su documentación y sin disponer al 100% de los ingresos que les genera su actividad, con una deuda que va creciendo cada día y con violencia y amenazas hacia ellas y sus familias.

Una persona ha de ser considerada víctima de trata tanto si denuncia ante las autoridades,  como si decide no hacerlo. Hay muchas razones por las que las víctimas no denuncian: por miedo a las represalias de los tratantes contra ellas o sus familias, por miedo a ser deportadas a sus países de origen, por no querer revivir el trauma sufrido, por tener sentimientos de vergüenza y de culpabilidad sobre lo vivido…

También es importante tener en cuenta que a veces las víctimas deciden permanecer en una situación de explotación, pero eso no debe hacer que dejemos de considerarlas víctimas. Como decíamos antes, el miedo es una poderosa razón para que las mujeres no se decidan a dar el paso de salir de la trata. Otra razón es el desconocimiento de los servicios de protección a los que pueden tener acceso e incluso el desconocimiento del idioma o del propio lugar donde están. En otras ocasiones, las víctimas están tan deterioradas psicológicamente por la violencia sufrida, que no son capaces de ver una salida a su situación.

Fuente: Adaptación propia de la definición del Manual interno de identificación y derivación de víctimas de trata, Médicos del Mundo.

 

Tratante:

Es aquella persona que, intencionalmente o no, participa en el proceso de la trata. Pueden actuar en el contexto de una red criminal organizada, en un pequeño grupo informal o hacerlo de forma individual (novio, marido, amiga, vecina, etc.).

Fuente: Adaptación propia de la definición del Manual interno de identificación y derivación de víctimas de trata, Médicos del Mundo.

 

Victimización secundaria o revictimización:

La victimización secundaria se deriva de las relaciones entre la víctima y las instituciones sociales (servicios sociales, sanitarios, medios de comunicación, jurídicos, etc.), quienes en algunas ocasiones brindan una mala o inadecuada atención a la víctima.

En general, cuando una mujer decide denunciar su situación, el proceso judicial, el tipo de atención recibida, el ir de un servicio a otro, el tener que contar una y otra vez lo sucedido, el cuestionamiento y presión general por parte de los distintos profesionales, pueden generar un nivel alto de ansiedad. De esta manera, la víctima están sufriendo nuevas agresiones, esta vez por parte de quienes, supuestamente, debería protegerla. Esto hace que en muchas ocasiones se plantee si ha hecho lo correcto iniciando ese proceso, lo que puede llevarla a tomar la decisión de paralizarlo o de desaparecer de los distintos servicios.

Otra manera en que se da la revictimización es cuando desde las instituciones de atención a las víctimas se las trata como personas que no pueden valerse por sí mismas, que son incapaces de tomar sus propias decisiones y no se les da voz ni protagonismo en su propio proceso de recuperación. Se las etiqueta como “víctimas para siempre”, y, de alguna manera, se las culpabiliza por estar en esa situación. Así, las víctimas pasan a ser dependientes de estas instituciones y será mucho más difícil que logren realmente tomar las riendas de su propia vida.

Hay que entender que el ser víctima de una violación de derechos humanos tan grave como la trata es una situación por la que pasan estas mujeres, que deja una huella profunda en ellas, pero que pueden salir de ella y recuperarse plenamente. Creer firmemente en ellas y en sus capacidades es la mejor manera de evitar la victimización secundaria.